INQUIETOS, DESATENTOS, DESPISTADOS…
Cualquier niño olvida un día su chaqueta en el cole, le cuesta concentrarse alguna vez o está más inquieto un día que otro.
El TDAH se da en niños, adolescentes o adultos que tienen muchas dificultades para mantener la atención, les cuesta concentrarse a diario y desconectan de lo que escuchan sin apenas darse cuenta.
Esto les pasa con más intensidad y frecuencia que a otros niños y en todos los ambientes (cole, casa, de vacaciones…).
Son niños a los que les cuesta controlar sus impulsos, diciendo o haciendo cosas sin pensar y pueden tener dificultades para integrarse en el grupo.
En ocasiones, este déficit en la capacidad de atención puede ir acompañado de una excesiva, incontrolada y generalizada necesidad de movimiento físico que imposibilita “que esté sentado ni cinco minutos”.
Como es esperable, los niños con estas dificultades generan mucho revuelo alrededor porque padres y profesores se desesperan con ellos en el día a día para que hagan sus tareas, cumplan las normas, respondan a lo que se les pide, etc.