La ansiedad es una respuesta fisiológica normal del organismo que nos prepara para la acción ante un peligro o situación nueva que requiere una respuesta rápida. Es normal que el cuerpo se active ante algo inhabitual y un nivel de ansiedad manejable es incluso necesario para el día a día.
El problema surge cuando nuestra respuesta es exagerada en relación a la situación que la provoca y más que servir para protegernos, afecta negativamente a nuestra vida.
Muchos niños sufren situaciones de tensión o ansiedad a las que no saben enfrentarse, lo que puede provocarles problemas para dormir, falta de apetito, baja energía, dolores psicosomáticos, etc.
Lo que piensan los niños (esto no lo voy a conseguir, seguro que me sale mal, si fallo se van a reír de mí), lo que sienten (dolor de tripa, respiración acelerada, tensión muscular) influye en que finalmente eviten la situación o no.